martes, junio 09, 2009

EN TU NOCHE DE OJOS DILATADOS


Por motivos de la re redaccion del guion de "En tu noche de ojos dilatados" he vuelto a redescubrir la escena que da nombre a la obra ya mencionada. (tambien llamada informalmente como la "Escena de la declaracion perfecta"). Si bien es cierto que esta escena es un una de las mejores de SIN Auditorio (incluso solo sus actores principales la llevan a cabo), y por ende, no es nada novedoso reincidir en lo bacan de la misma; considero que me da pie para revelar algunos secretos de la misma (no todos tampoco).

Para quienes no sepan el argumento de la historia, vale recordar que esta escena la llevan a cabo Marcelo (quien vive perdidamente enamorado de su ex Jennifer, a la quien le realizo un amarre años atras); Catia (amiga de Marcelo quien sufre al ver que su amigo no la puede olvidar); Elian (el angel de la guarda de Marcelo) y la Pitonisa (madre de Catia).

De esta forma, a manera de tesis, a continuacion la escena "En tu noche de ojos dilatados" con sus respectivos pies de pagina.


Escena 4

EN TU NOCHE DE OJOS DILATADOS


Marcelo[1] esta esperando a Catia[2]. Se encuentra en la casa de ella. La habitación le trae recuerdos. De repente ingresa Elian[3], quien lo asusta por la espalda.

Marcelo (saltando del susto): Miércoles, ¿qué haces aquí?
Elian: Hace tiempo que no se de ti y decidí venir a verte.
Marcelo: Pero me hubieras buscado en mi casa, y no aquí. Das miedo ingresando de esa forma. Prefiero llamarte arrojándome por el acantilado, que verte que ingresas sin avisar y de repente en cualquier lugar.
Elian: ¿Cómo has estado?
Marcelo (sentándose): Bien
Elian: ¿Qué tal Jennifer?
Marcelo: Muy bien. Hemos regresado.
Elian: No me digas
Marcelo: Si ya lo sabias para que vienes.
Elian: Lamentablemente muchacho no puedo obligarte a que hagas lo correcto, a lo mucho puedo guiarte.
Marcelo: ¿Y qué con eso?
Elian (desafiante): Cuida el tono de tu voz cuando te dirijas a mí

(Elian camina por la habitación observando los rincones de la misma.)

Elian: ¿No te parece conocido este ambiente?
Marcelo: Sí, he venido muchas veces aquí.
Elian: Así es

Elian se sienta al lado de Marcelo. No le quita la mirada. Marcelo se muestra incomodo.

Elian: Así que has regresado con la popular Jennifer.
Marcelo: Aja
Elian: Porque ella te ama.
Marcelo: Ujum
Elian: Y siempre estuvo pensando en ti todos estos días que no se vieron.
Marcelo: Aja
Elian: Y no puedes dejar de estar agradecido con alguien así
Marcelo: Ujum
Elian (molesto): Caramba, no puedes hacer otra cosa que no sea “ujum” o “aja”
Marcelo: Perdón
Elian: Y otra cosa: mírame cuando te hablo.
Marcelo: Esta bien no te molestes.
Elian: Dime algo.
Marcelo: Lo que quieras.
Elian: Como una mujer que te dejo, que te dejo ciento por ciento convencida en lo que hacía, es mas, se fue con otro, y no supiste nada de ella hasta ahora, ¿puedes decir que te ama?
Marcelo: Porque regreso a mi y me lo dijo.
Elian: Que ella este destinada a regresar no significa que te ame.
Marcelo (sorprendido): ¿Qué dices?
Elian: Ella siempre va a regresar a ti tonto. Pero no por amor. (En tono burlón) “¿Tienes algo de ella? Una foto y una prenda. ¿La prenda esta lavada? Sí, entonces no me sirve. Con la foto basta.” (Increpándolo) ¿Recuerdas? Las esquinas están más limpias que aquella vez, pero no han cambiado de color.
Marcelo (poniéndose de pie confundido): El amarre[4] no funciono.
Elian: ¿Por qué dices que no funciono?
Marcelo: Porque se alejo de mi, tu lo has dicho, me dejo por otro, y se mando a mudar todo el verano
Elian: Pero regreso…
Marcelo: Regreso porque me ama.
Elian: Los amarres no atacan el corazón, solo la mente. El amor se acabo, pero la fuerza que ejerce el amarre sobre el cerebro de los involucrados se hace más fuerte. Ella ya no te ama, pero cuando duerme sus sueños la torturan. Cuando llega la noche, una voz infernal le recuerda que existe…
Marcelo: Cállate, eso es imposible.
Elian (poniéndose de pie y encarando a Marcelo): Imposible, no te parece imposible tirarte por el acantilado y no morir o estar viendo frente a ti a un ángel.

(Ingresa Catia de improviso)

Catia (visiblemente nerviosa): Hola, disculpa por demorarme tanto.
Marcelo: No, no te preocupes
Catia: Que haces parado, toma asiento… hace tiempo que no venias por aquí
Marcelo: Si, disculpa, tendras algo para tomar…
Catia: Claro, esperame un toque

(Catia se retira. Se quedan solo Marcelo y Elian)

Marcelo (tomando asiento): Viste que se asusto.
Elian: Y que querías si te encuentra parado en medio del cuarto con cara de desilusionado.
Marcelo: Tienes que explicarme mejor lo que me estabas diciendo.
Elian: Veo que en tu cabeza todo va teniendo mas lógica. Se ve que eres un chico inteligente… y capaz de recordar lo que hiciste hace algunos años…
Marcelo: Pero que significa eso… que… ella…
Elian (sentándose al lado de Marcelo): Que ella siempre va a regresar a ti Romeo. Haz la prueba, dile que todo acabo, y veras como se torturara por las siguientes noches de su vida.

(Ingresa Catia trayendo una gaseosa para Marcelo.)

Catia: Aquí tienes
Marcelo: Muchas gracias
Catia (sentandose a su lado): ¿Qué tal, cómo has estado?
Marcelo: Bien, todo bien
Elian: Lo que deberías preguntarte es…
Catia: Recuerdas que había un tiempo en que venias casi diario.
Elian: ¿Como saber exactamente que alguien esta enamorada de ti?
Marcelo: Si, si lo recuerdo
Elian: Debes preguntartelo: ¿Cómo saber…
Marcelo: Y… ¿cómo esta tu mama? hace tiempo que no se nada de ella.
Elian: … que alguien esta enamorado de ti?
Catia: Bien, no se encuentra en este momento, pero bien.
Elian (poniéndose de pie): Pregúntatelo.
Marcelo: Y… te acuerdas cuando celebramos tus quince…
Catia: Si, odiaba esas cosas, ante tanta insistencia de mi vieja vinieron a cantarme happy birthday…
Elian (retirandose): ¿Cómo saberlo? Pregúntatelo

(Elian se retira)

Marcelo: Recuerdo que no querías que viniéramos en traje, al final todos estuvimos en jean y polos…
Catia (aliviada): Seee
Marcelo: “Eran buenos tiempos para partir el mundo en dos…[5]
Catia: “… y servirlo en los platos a la hora de cenar”
Marcelo: ¿De quién era eso?
Catia: Mikel Erentxum
Marcelo: Sí. ¿Fuimos a verlo?
Catia (con celos): No, fuiste con Jennifer.
Marcelo: Claro, tienes razón.
Catia: Puedo hacerte una pregunta
Marcelo: Sí, dime
Catia: ¿Que le viste a esa tía?, es decir, mírala, es regordeta, casi enana y estudiante de secretariado[6]… que cagada.
Marcelo: No digas eso.
Catia: Favor, en el fondo sabes que digo la verdad. No puedes negártele. Mira, cuando uno esta enamorado la vista se nubla, vemos a personas que no son. Pero después de que al cosa se enfría, se va perdiendo la calentura del momento, volvemos a encontrarnos con la realidad de las cosas, donde los ojos que brillaban como sol son ahora unos costumbristas ojos pardos sin gracia y adornados de pestañas sin curva alguna. Te digo esto porque se que te diste un tiempo largo con la Jennifer y ahora supongo debes verla desde una perspectiva mas cercana a la realidad.
Marcelo: Es cierto, muy cierto. Ha cambiado mucho, su aspecto ha cambiado.
Catia: Nada que ver Marce, sigue siendo la misma idiota que escucha Cristian Castro
Marcelo: Alucina que cuando nos volvimos a ver le dije lo mismo…
Catia: ¿Ves?, y aun así sigues apostando por ella.
Marcelo: Un rato, ¿para eso me llamaste?
Catia: Si, me preocupa ver todo lo que te pasa, ver que no recapacitas, mierda, que caes en un error estúpido al regresar con esa tía.
Marcelo: A veces para encontrar soluciones es necesario cometer un error
Catia: ¿Eso crees?
Marcelo: Sí. Eso creo.
Catia: Entonces tú no la amas…
Marcelo: Le tengo mucho afecto.
Catia: Pero no la amas.
Marcelo: Lo que importa es que le tengo mucho cariño.
Catia: ¿Estas con alguien solo por cariño?
Marcelo: No entiendes.
Catia: Explícate entonces.
Marcelo: Ella regreso a mi, ¿entiendes? Salimos una noche, nos encontramos en el Maria Reiche, y me confeso que todo el verano había estado sufriendo por mi. Que no pudo dejar de olvidarme, por más que lo intentó, no pudo hacerlo. ¿Te das cuenta? Ella me ama. O por lo menos eso creía.
Catia: ¿Y tu?
Marcelo: Yo se que ella me ama.
Catia: Así que ese es tu afecto, el cariño que se le tiene a alguien que te ama. Dios, te volviste el buen samaritano, el padre del hijo prodigo.
Marcelo: Además, nos conocemos desde hace años…
Catia: Desde hace años pedazo de idiota…
Marcelo: Oye, cálmate, te has propuesto lastimarme o que
Catia: Si sólo así despiertas, entonces sí.
Marcelo: ¿Qué te pasa?
Catia: Me pasa que eres un idiota.
Marcelo: Y todavía me insultas.
Catia: Por andar con una cualquiera, mantenida de sus enamorados…

(Marcelo se percata de la presencia de la mamá de Catia. Se pone de pie para recibirla. Catia permanece sentada)

Pitonisa[7] (mamá de Catia): Perdón por interrumpir. Al parecer andan medios acalorados por acá.
Marcelo (acercándose para darle un beso en la mejilla): ¿Qué tal señora? ¿Cómo ha estado?
Pitonisa: Bien Marcelito, ¿y tu?
Marcelo: Bien señora, todo bien.
Pitonisa: Hace tiempo que no te veía, ¿has estado bien, estas seguro?
Marcelo: Sí señora, gracias por preguntar, nada ha cambiado.
Pitonisa: ¿Y tu Catia? Hasta con tus amigos andas histérica.
Catia (incomoda por el comentario de su mamá): No mamá, sólo me pongo histérica, como tú dices, cuando me encuentro con personas intransigentes (mirando a Marcelo).
Pitonisa: En serio Marcelo te digo que eres muy lindo para aguantar el carácter de tu amiga
Catia: Mamá, no crees que es mejor que te vayas a leer las cartas, de paso nos dices si mañana habrá sol o lloverá. El clima es tan indeciso en estos días…
Pitonisa: Hasta luego Marcelo
Marcelo: Hasta luego señora.

(La mamá de Catia se retira)

Catia: Es una espesa.
Marcelo (volviéndose a sentar al lado de Catia): Pero tiene algo de razón… no tienes porque tratarme así. OK, puedo estar equivocado, según tu óptica, pero eso no conlleva a que te pongas a gritar por todos lados.
Catia (calmándose): OK, sorry.
Marcelo: Dime, nunca te he preguntado esto, pero… ¿sabes algo de las cosas que hace tu vieja? Es decir, leer las cartas, ver el futuro…
Catia: Un poco. No hablemos de eso.
Marcelo: Pero, eso es un don, debes haber adquirido algo de ello.
Catia: Mas que un don, prefiero llamarlo maldición
Marcelo: ¿Pero por que?
Catia: Que dirías si veo detrás de ti un fantasma sin cabeza intentando comunicarse…
Marcelo: Que me estas jodiendo, no puedes ver eso ¿o si?
Catia: Puedo ver más de lo que crees.
Marcelo: Algo así me dijo Cesar
Catia: ¿Qué cosa?
Marcelo: Que un día te acompaño a tu casa y empezaste a contar los fantasmas que miran por las ventanas de tu vecino.
Catia: Si, fue chistoso. El pobre estaba que se moría de miedo.
Marcelo: Así que eres medio brujita
Catia (seria): No tengo ganas de reírme
Marcelo: Pero dime, ¿que mas sabes hacer?
Catia (molesta): No me preguntes más. Nunca he hablado ese tema contigo, y no tengo porque hacerlo ahora. (Se pone de pie y el da la espalda a Marcelo)
Marcelo: Por lo visto has pactado no estar de buenas conmigo hoy…

(Catia, a pesar de los esfuerzos de Marcelo, se resiste a estar de mejor ánimo con él)

Marcelo (poniendo de pie, detrás de Catia): Vamos Catia, eres mi amiga, no puedes estar así conmigo.
Catia (volteándose para verlo): Dime amigo, ¿desde cuando soy tu amiga?
Marcelo: Desde hace un buen tiempo
Catia: ¿Desde hace buen tiempo?
Marcelo: Así es
Catia (empujando a Marcelo hasta el sofá): Desde hace un buen tiempo es mucho mas que el nos conocemos tanto tiempo que le corresponde a Jennifer.
Marcelo (sentándose): Catia…
Catia[8] (sentada a su lado): Desde hace un buen tiempo es desde que tu tenías 12 y yo 11, y nuestro pasatiempo de otoño era caminar hacia la costa y ver el océano. ¿Recuerdas eso? Aquel niño de ideas más claras que el de ahora me miro una vez y me dijo: el mar no es nada bonito[9]: y fue la primera vez que me di cuenta de ello. Desde hace un buen tiempo es desde que corrías detrás de una pelota en la calle Ángeles en la pista frente a la casa del gordo Coral[10] y yo me encontraba sentada sobre el muro de la casa de enfrente aun pasamos por ahí, debajo de la enredadera que eclipsa el sol durante el día sobre esos tres metros de vereda corrías y corrías sí Marcelo, corrías y hacías una pared, ¿así la llamas no?, con el poste de cemento y los muchachos celebraban y yo te amaba, entiendes, yo te amaba con una simple pared con el poste ¿y acaso tu lo sabias? No Marcelo, solo corrías. Recuerdas cuando bajabas a la playa de noche para calmar tus deseos bañar tus pies descalzos en el mar y sentir que la brisa respiraba en tus venas decías que era para calmar tus deseos y yo decía para mi “no ve mas bien que mis deseos aumentan” sí Marcelo, eras tu, el mar, la brisa, las venas ¿y acaso tu lo sabias? No Marcelo solo bajabas. (Ingresa Elian) ¿Te imaginas? Un mar que huele a brisa y besa tus pies.
Elian: ¿Te acuerdas de nuestra pregunta?
Catia: ¿Qué decir de Miraflores? “Te voy a mostrar lo mas hermoso de Miraflores” dijiste y me llevaste al Suche[11] a pasear por los trajes de novia y la música del Jazz Zone[12].
Elian: Era: ¿Cómo saber que alguien esta enamorado de ti?
Catia: Y mi imaginación voló, voló hasta Fátima[13] éramos tu y yo caminando por el centro de la iglesia abrazados y sabiendo que el futuro era impredecible. Gracias a Dios que el futuro era impredecible. No sabes para mí lo importante que es que sea impredecible. Entiendes, no saber lo que va ha ocurrir.
Elian: Así es: ¿comos saber que alguien esta enamorado de ti?
Catia: Rafo Raez cantaba y entonaba “Los Regalos del Viento”[14] ¿y acaso tu lo sabias? No Marcelo. Solo… solo eras tú. ¿Cuánto cuesta la entrada al Jazz Zone? Preguntabas. Alucinabas con las imágenes que creaban en tu mente el endemoniado blues, blues, primo hermano del rock and roll recuerdas la primera vez que subiste a un escenario con los Martín Guevara[15] y tenias el pelo empapado yo estaba ahí estaba sentada en la mesa pegada a una de las paredes, lejos de los muchachos que se preparaban para iniciar el pogo pero también antes y después del día que enmarcas como el mejor de tu vida estaba cuando saliste del baño que fingía de vestuario cayéndote el agua por todo el cuello “estoy nervioso, me mojo para tranquilizarme”.
Elian: Bendita pregunta
Catia: ¿Recuerdas? Estaba en tus miedos. Y yo abrí tu mochila y te puse un polo para que lo cambiaras por ese Bono[16] que estaba empapado estaba cuando después todos celebramos en el Chelín[17] el conciertazo y tu me confesaste que ninguna canción de amor que tocaste esa noche era para ella.
Elian: Su respuesta es muy simple…
Catia: Sí Marcelo recuerda no eran para Jennifer recuérdalo eran para aquella muchacha que según tu aun no había llegado en resumen te conozco desde ayer y desde siempre desde antes de la existencia de la máquina de hacer pájaros y después de la creación de la pólvora y sigues y vienes y dices y dictas sin ni siquiera un acto de autocrítica en la flacidez de tu expresión de tu tonta expresión.
Elian: En el medio oriente los mercaderes tienen sus productos sobre una manta en el suelo…[18]
Catia: Hacia donde vas hacia donde te diriges me es tan difícil saber porque te has abandonado es mucho saber el precio que pagamos por nuestros pecados no crees que le bastaría un perdón desde lo mas profundo de mi corazón.
Elian: Todas son baratijas de valor cero
Catia: El cielo se destroza esta cayendo en partes sobre mi no existe casa ni hogar que no me haya dado la espalda.
Elian: Sin embargo, saben perfectamente que piedra ofrecer a un valor discordante…
Catia: Estoy sufriendo vivo en otro tiempo que este dame la solución para opacar este estado de ansiedad pero están difícil redimirme pero si lo intentas solo si lo intentas tocarías aquello que me obstruye para ser feliz y convertirías este mundo en uno para dos…
Elian: Y sabes como lo saben… mirando los ojos de los extranjeros…
Catia: Suspiro en la habitación de la lámpara de luz incandescente una sombra se escabulla por la pared me encuentro esperando que sea tu reflejo…
Elian: Si al mirar una piedra ven que los ojos de ellos se dilatan es porque están dispuestos a pagar todo el dinero que se les pida…
Catia: Gritaría en la oscuridad en la oscuridad donde brilla tu pecho semitono una luz esta escapando de tu cuerpo me encuentro esperando que sea sentimiento y todo lo que dejaste atrás se ha vuelto presente para mi
Elian: Lo mismo sucede con el amor… uno sabe que una persona te ama cuando la miras a los ojos y estos están completamente dilatados…
Catia: No digas que no te advertí que me retuerzo sin emitir en el lugar donde el Sol se oculta de su creador.
Elian: No importa que sea de noche, sus ojos siempre han de estar dilatados…
Catia: Te estoy necesitando.
Marcelo (desconcertado): Tus ojos, tus ojos…
Catia: ¿Qué sucede?
Marcelo: Mírate los ojos… están inmensos… están… están… dilatados…

(Marcelo se aleja raudamente de Catia)

Catia: ¿Que sucede?
Marcelo: Debo irme…
Catia: ¿Por qué?

(Elian se sienta al lado de Catia, apoyándose en ella. Ambos miran a Marcelo)

Elian: Sí Marcelo, dinos por qué?
Marcelo: Porque me amas.

Las luces se apagan

[1] El nombre Marcelo viene del jugador de futbol chileno Marcelo “el matador” Salas (de penoso recuerdo para la aficion peruana por la goleada que nos propino Chile en Santiago y que a la postre nos eliminaria del Mundial Francia 98). En su momento fue el Salas mas famoso de la orbe (yo me apellido tambien Salas). Muchas veces he comentado que en caso de tener un hijo se llamaría Marcelo por “el matador”. De una u otra forma pienso que ya lo hice. Marcelo es mi hijo narrativo.
[2] La historia de “En tu noche de ojos dilatados” en gran parte sirvio para “matar” mis demonios adolescentes. Uno de ellos es justamente mi grupo de rock Martin Guevara. Por ello que la dedico siempre que puedo a Felipe, Jose E. y Aldo. La unica vez que tuvimos una mujer en medio del grupo fue cuando mi amiga Katia Salazar (pueden buscarla en Internet porque ahora es modelo) nos ayudo en unos coros. Asi, el nombre de la “intrusa” era Katia. Cuando tuve que pensar un nombre para la chica de la obra me acorde de esa imagen (un grupo de amigos de puros hombres y una sola mujer) y solo cambie la “K” por la “C”. En los cuentos de “En tu noche de ojos dilatados” (anteriores a la obra de teatro), el personaje Catia es denominado como “Cati”, y ella misma en el relato titulado “La ultima noche en tierra” dice que su verdadero nombre es Catherineta.
[3] Elian se me ocurrió por el balserito Elian Gonzales que en esas epocas conmovio a la comunidad internacional no solo por la lucha entre dos padres separados por su hijo sino entre dos paises tan distintos como son Cuba y Estados Unidos. Me impacto el nombre desde la primera vez que la escuche. Esto, para quienes no saben, es muy anterior a la llegada de Elian Karp como primera dama.
[4] En mi vida he presenciado algunos amarres. Siempre me han gustado las cosas misticas. Y no me he quedado solo en verlas, sino tambien en experimentarlas. En ese sentido me he entrevistado con personas que se dedican a este negocio. Siempre recuerdo que ellos me decian que el amarre no podia atacar el corazon sino la mente de las personas. Esta ultima frase es uno de los postulados que se siguen para armar todo el argumento de la obra.
[5] La canción a la que hacen referencia Marcelo y Catia es “Suelta las riendas de mi corazón” del español Mikel Erentzum (ex miembro de Ducan Dhu). Es una canción que habla sobre los buenos momentos vividos en el pasado.
[6] Mi homenaje a las chicas gordas, enanas y regordetas que estudian secretariado, que he visto (y sigo viendo) en mi recorrido con la linea “Santa Cruz” por la Avenida Arenales.
[7] La Pitonisa es la mamá de mi amigo Marco Lagomarcino, la señora Isabel Rodriguez. La primera promoción de Sin Auditorio tuvo oportunidad de conocerla en una visita que hicimos a su casa especialmente para la ocasión.
[8] Es a partir de este momento que comienza “la declaración perfecta”. Es la parte de la escena que mas trabajo me costo realizar. La mayor caracteristica de esta es la ausencia llamativa en varios espacios del texto de comas y puntos. Esto es para darle un mayor realismo a las emociones (que al final de cuentas, cuando se expresan con pasion no respetan comas ni puntos). La idea original de este estilo se la debemos a la obra “Opio en las Nubes” de Chaparro Madiedo (imposible de encontrar hoy en dia en las librerias). “Opio en las Nubes” es un clasico de la literatura contemporanea colombiana (incluso fue adaptada al teatro por el maestro Rubiano Orjuela – dramaturgo de “Cada Vez Que Ladran Los Perros”)
[9] El mar siempre me ha dado miedo. Debo admitirlo. Mis mayores pesadillas es cuando sueño que me ahogo por una inmensa ola de agua oscura. Pararme en el malecon y apreciar el mar es mas una cuestion de desafiar mis miedos que un momento romantico. De ahi la figura de ir hacia el mar y mojar los pies, que intenta describir la tregua de Marcelo mismo con sus miedos.
[10] El gordo Jose Coral era un compañero de la primaria en el Champagnat. Soliamos jugar los del colegio con los patas de su barrio, en la calle Angeles, pichangas todos los fines de semana. Las chicas se ponian a vernos sentadas en los muros de las casas. Habia motivos para jugar bien. La calle Angeles queda en Miraflores y cruza tanto las avenidas Santa Cruz como Arequipa.
[11] El Suche es un pasaje muy bonito que queda entre las calles La Paz y Alcanfores en el centro de Miraflores. Ahí queda el Jazz Zone al cual se hace referencia. Tambien suelen pasear las novias lo sabados para tomarse fotos después de casadas.
[12] El Jazz Zone es la capital del jazz aquí en Lima. Punto de reunion de jazzistas y blueseros. Desde fuera del local puede escucharse la musica. Los misios como yo podemos tomarnos un café en los bares del Suche y escuchar a lo lejos las melodías que salen del Jazz Zone. Melodías endemoniadas del blues, antepasado del rock and roll (de ahí la linea, “blues, primo hermano del rock and roll”). Una buena melodía de blues es mas embriagante que un Jhonny Wlker negro en las rocas.
[13] La Iglesia de Fatima es donde los miraflorinos suelen realizar mayormente sus ceremonias religiosas. Desde matrimonios hasta funerales. Es clasico ver subir a la novia las escaleras de afuera de Fatima para dirigirse a dentro de la Iglesia.
[14] Los Regalos del Viento es la balada perfecta de Rafo Raez. No creo que Rafo Raez haya tocado alguna vez en el Jazz Zone. Pero hubiera sido perfecto.
[15] Martin Guevara es el grupo de rock de Marcelo y Cesar. La letra rememora el primer concierto del grupo en el Barlovento de Barranco (que aun existe en el Bulevard Sanchez Carrion). Ahí, el deposito y los baños sirven de camerin para los musicos que se presentan. Marcelo tiene como cabala subir al escenario con el pelo mojado.
[16] Bono, hace referencia al cantante de U2. Marcelo llevaba esa noche un polo de U2 para su tocada.
[17] El Chelín es mi discoteca favorita en Miraflores. En al obra son dos las discotecas / pubs que se mencionan con nombre. La primera es la Barca Sauna Pub (inspirada en la Barca, antigua discoteca donde hacia una calor infernal en el Boulevard de Barranco, y los antiguos ambientes "sucios" del Wahios o el Pollo Pier) y El Chelín. Este ultimo queda ubicado en la calle Bonilla en Miraflores, a media cuadra del Parque Central.
[18] La anécdota que cuenta Elian, y que sirve para dar titulo a la obra, me la conto Daniel Saenz, otrora profesor del Champagnat en una clase de tercero de media. Debo reconocer, que con el correr del tiempo, mi forma de enseñar se parece mucho a la de Daniel.